Autor Tema: Asesinos Dead by Daylight  (Leído 9908 veces)

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Asesinos Dead by Daylight
« en: Marzo 20, 2018, 10:06:48 pm »

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Asesinos

El Trampero ‘’Evan Macmillan’’

Evan MacMillan adoraba a su padre. No solo por ser el heredero de una gran fortuna, sino por cómo administraba su finca. Educado con mano firme, Evan pasó a dirigir a los trabajadores con mano de hierro. La producción siempre era alta y la finca MacMillan prosperó bajo la dirección del padre y del hijo. Cuando la salud mental de Archie MacMillan empezó a deteriorarse, Evan lo protegió de la chusma que quería un pedazo de su fortuna. Evan hacía todo lo que su padre le pedía, fuese lo que fuese.
Cuando Archie MacMillan terminó de perder completamente la cabeza, Evan se convirtió en su ejecutor y en el pero asesino en masa de la historia moderna. Nunca pudieron demostrar que Evan había llevado a más de cien hombres a los túneles antes de detonar los explosivos y condenarlos a una muerte segura. La historia de la finca MacMillan es una historia de riqueza y poder con un final terrorífico. No se sabe el número de víctimas que cayeron en las garras de padre e hijo. No hay ningún indicio sobre qué pasó con Evan. Su padre es otro rompecabezas sin resolver. Su cuerpo sin vida fue hallado en el sótano de un almacén.


El Espectro ‘’Philip Ojomo’’

Philip Ojomo llegó a los Estados Unidos sin más equipaje que la esperanza de un nuevo comienzo. Se alegró mucho cuando le ofrecieron un trabajo en el desguace Autohaven. Se trataba de un pequeño cementerio de automóviles donde los policías sobornados hacían la vista gorda con los negocios turbios que se hacían allí. A Ojomo no le importaba. Había sido testigo de actividades criminales en su país, pero mientras no lo implicasen a él, no se metía en problemas. Entraba un coche y salía un pequeño cubo de metal.
No fue hasta un día gris en el que, con gran sorpresa, vio sangre brotando de uno de los coches sin comprimir. Cuando abrió el maletero, vio a un joven amordazado, maniatado y con una mirada aterrada. Ojomo liberó al chico, que empezó a correr unos metros hasta que el jefe de Ojomo lo detuvo y le rajó la garganta. Cuando Ojomo le pidió explicaciones, este le contó que todo este tiempo había estado trabajando como verdugo, ya que casi todos los coches tenían a alguien dentro y se trataba de un ‘’servicio’’ más que el desguace proporcionaba a ciertos ‘’clientes’’. Ojomo perdió los estribos y se pudo hecho una furia. Tiró a su jefe en la machacadora y dejó que lo aplastase. Como la cabeza había quedado fuera, Ojomo la agarró y la separó del cuerpo, sacando la espina dorsal al mismo tiempo. A continuación se marchó y nadie volvió a verlo.


El Pueblerino ‘’HillBilly’’ o ‘’Max Thompson Jr.’’

Este niño sin nombre, vástago de los adinerados terratenientes Max y Evelyn Thompson, fue el hijo no deseado de unos padres despiadados. Al estar horriblemente desfigurado, lo apartaron de la sociedad. Estaban tan avergonzados de su hijo que lo encerraron en una habitación y la tapiaron. Le daban de comer a través de un agujero en la pared. Cuando el niño se escapó, se vengó de una forma terrible y salvaje asesinando a sus padres, que lo habían torturado en vez de educarlo como a un hijo.
Tras cometer esta atrocidad, siguió viviendo en la granja, volcando su ira violenta contra los animales que vivían sueltos en ella. Cuando finalmente se liberó de los grilletes, se puso a correr por los campos de maíz, persiguiendo y aniquilando cualquier ser vivo que pudiera encontrar. Nunca encontraron los cuerpos de Max y Evelyn, pero encontraron animales torturados y destripados por toda la granja. La granja Coldwind se clausuró rápidamente y la tierra se dividió y se vendió. Nadie llegó a comprar la casa familiar. Tal vez fuera por el sonido de motosierra que podía oírse en las calurosas noches de verano.


La Enfermera ‘’Sally Smithson’’

Sally Smithson llegó al pueblo con la ilusión de vivir rodeada de niños que corretean y se lo pasan en grande en una casa de madera construida por su marido Andrew. Un día Sally recibió la visita inesperada del capataz de Andrew, con noticias que cambiaron su vida para siempre. Al cabo de los años, su mente ya no podía más, tras décadas de ver cosas horribles que la espantaban. No pudo soportarlo más, y la idea de la purificación surgió en su interior. Cuando los empleados del turno de mañana llegaron un día de septiembre, se encontraron a más de cincuenta pacientes muertos en sus camas, junto con los cuerpos de cuatro empleados. Solo Sally estaba con vida, pero su mente estaba ausente. Se balanceaba hacia delante y hacia atrás sin parar. La metieron en una ambulancia, pero esta nunca llegó al hospital. La encontraron estrellada en un bosque cercano, con los trabajadores muertos en su interior y ni rastro de Sally.

La Cazadora ‘’Anna’’

En cuanto Anna aprendió a caminar, su madre empezó a enseñarle cómo sobrevivir a la dura y solitaria vida en los bosques del norte. Para vivir en una zona tan peligrosa y extremadamente remota, hacía falta habilidad y resistencia. Sabían que era una presa peligrosa, pero había sido un invierno especialmente difícil y casi no les quedaba comida. La idea de morir de hambre les daba más miedo que cualquier criatura del bosque. De improviso, el alce se encabritó, bramó y cargó contra Anna. Ella se quedó paralizada del miedo mientras el mundo entero parecía agitarse bajo los pisotones de la inmensa bestia. Así se quedaron, mientras la cazadora y el alce se quedaban mudos y fríos, hasta que Anna se quedó sola en el bosque silencioso. Al cabo de un rato se levantó y emprendió el largo camino a casa.
La guerra acabó llegando al bosque. Los soldados alemanes empezaron a atravesarlo en su marcha para atacar al Imperio ruso, que se derrumbaba. En aquellos tiempos sombríos ya no pasaban viajeros. Los aldeanos habían abandonado sus hogares y ya no encontraba niñas, solo soldados. Hallaban a mucho de ellos con violentas heridas de hacha. Grupos enteros desaparecían misteriosamente. Cuando la guerra hubo terminado, los rumores sobre la Cazadora desaparecieron con ella, sepultados en el bosque Rojo.


El Doctor ‘’Herman Carter’’

Tras mostrar aptitudes extraordinarias para la psicología, Herman fue elegido para realizar un curso de formación especial en un programa avanzado de neurociencia, que tenía lugar en unas instalaciones secretas de Illinois conocidas como el Instituto Conmemorativo Léry controladas por la CIA. Allí fue donde Herman conoció al doctor Otto Stamper. Bajo su supervisión, Herman empezó a usar métodos cada vez más extraños y crueles para obtener información de los presos enviados al instituto, que en realidad era una prisión y un centro de reeducación secreto para cualquiera de los enemigos de los Estados Unidos en ese momento. Su uso indiscriminado de las violentas terapias de electrochoque dio excelentes resultados, y se descubrieron varias amenazas a la seguridad nacional.
Con los años, Herman se hizo conocido como el Doctor, y nadie se cuestionaba si contaba con un título académico de medicina o no, ni qué les ocurría a los presos cuando ya habían revelado la información. Solo se descubrió la horrible verdad después de que no se tuvieran noticias del Instituto Conmemorativo Léry durante una semana. Encontraron a todos los empleados, pacientes y presos muertos con contusiones en la cabeza. Se pudieron identificar todos los cuerpos de los presos y del persona, incluido el doctor Otto Stamper, pero no había rastro de Herman Carter, alias el Doctor.


JigSaw ‘’Amanda Young’’

John Kramer, más conocido como JigSaw, planificó el nacimiento de su hijo para el Año del Cerdo del zodiaco chino como tributo a la fertilidad y el renacimiento; un nuevo comienzo para él y su mujer y el inicio de una vida dichosa para su hijo. Sin embargo, el plan se torció la fatídica noche que un drogadicto se coló en la clínica de su mujer para saciar su síndrome de abstinencia.
Cuando dicho acontecimiento resultó en la muerte del feto, John finalmente atrapó al culpable y lo convirtió en su primer sujeto de pruebas. El Cerdo había cambiado para siempre. Se transformó en la personificación de la enfermedad que pudría el corazón de John y le recordaba que no somos más que carne a menos que nuestras acciones nos hagan aferrarnos a la vida y logremos escapar de las fauces de la muerte. El Cerdo se convirtió en recipiente, un agente de JigSaw que transportaba a los sujetos hasta las pruebas. Para los supervivientes, el Cerdo seguía simbolizando un renacimiento, si bien en forma de aprendices o discípulos de JigSaw.
Ese fue el caso de Amanda Young, un alma afligida cuya vida era un catálogo de dolor, el que sufría ella y el que hacía padecer a aquellos que la rodeaban. Todo esto cambió al enfrentarse y superar la prueba de JigSaw. Cuando al fin aceptó que su vida tenía valor, se hizo devota de la causa de JigSaw, lista para tomar el relevo cuando el cáncer lo consumiera.
Mientras se desangraba en el suelo alicatado, la oscuridad tiñó su visión, acompañada por el misterioso crujir de unas ramas. Despertó en un bosque, viendo el mundo de nuevo a través de los ojos del Cerdo. Los árboles de su alrededor extendían sus ramas intentando desgarrarla. El pánico se apoderó de ella mientras escuchaba su respiración dentro de la máscara.
¿Habría sido condenada a pasar el resto de sus días detrás de esa careta? ¿O tal vez fuera otra prueba? Quizá no había fallado. John siempre iba un paso por delante, adelantándose a cualquier eventualidad, y jamás la dejaría de lado, ¿no?.


Freddy Krueger

Sus víctimas lograron olvidarlo todo. Entonces, de alguna manera, Freddy regresó y los sueños se convirtieron nuevamente en pesadillas.
Allí estaba el chico, al final de un largo pasillo. ¿Demasiado cansado y asustado para seguir huyendo? ¿Resignado a su destino? Freddy empezó a acercarse con los brazos extendidos y arañando la pared con sus garras. Sus puntas rasparon una tubería y el chirrido metálico agudizó el terror del muchacho. Una lluvia de chispas cayó sobre el líquido que cubría el suelo de azulejos. Surgió una llama azul que rápidamente se esparció por todo el pasillo.
El chico salió corriendo mientras Freddy se abría camino entre las llamas con una furia inusitada. Atravesaron salas y paredes como una exhalación hasta que llegaron al sótano de Freddy. Allí no había escapatoria.
Freddy se acercó lentamente al chico. Su miedo era tan intenso que Freddy casi podía saborearlo, pero sus ojos brillaban con un odio desafiante que era casi admirable.
Freddy levantó sus garras. Pero, de repente, sintió otra presencia junto a él: algo antiguo, poderoso y oscuro. Una nube oscura lo envolvió… Lo único que podía sentir era un ruido de vigas de madera doblándose y crujiendo en la distancia, y el gemido reverberante de metal contra metal. Algo arcano e irreconocible, a medio camino entre un idioma y el terror más puro.
Tras caer y dar vueltas en el vacío, Freddy se encontró de nuevo en el colegio. Pero no era su colegio. Parecía el mismo, pero había algo diferente. Sus poderes se habían reducido en algunos aspectos y agudizado en otros. El chico parecía haber desaparecido, pero otras víctimas recorrían los pasillos. Algunas serían intrascendentes; otras se convertirían en sus nuevas presas favoritas. Todas sucumbirían bajo sus garras.


Leatherface ‘’Junior Sawyer’’

Si los asesinos cometen actos atroces por obsesión de sus mentes enfermas o si se ven obligados por presiones externas ha sido objeto de debate hace tiempo. Pero hay un asesino para el cual lo innato y lo adquirido van de la mano,
Leatherface, alias Cara Cuero, no mata por deseo de imponer su voluntad a los demás, satisfacer necesidades carnales o silenciar a las voces de su cabeza. Mata porque tiene miedo: de que le hagan daño, de que su familia se enfade con él, de que se descubran sus costumbres de comer carne humana…
Es obediente, su familia lo quiere y eso es lo único que importa. Los demás son una amenaza y las amenazas hay que frenarlas.
Como aquellos muchachos que entraron en su casa sin permiso y se pasearon por allí como si fuera suya. Lo registraron todo, seguro que para descubrir los secretos de su familia. Pero Leatherface se encargó de ellos y protegió a su familia, como le enseñaron.
Es más que un protector, tiene muchas responsabilidades y cada una tiene una faceta: sirve la cena, cuida de la familia, se arregla para comer. Sus abuelos cuidaban de él, pero el abuelo ya está viejo y la abuela ya no puede moverse, así que Leatherface y sus hermanos han tenido que tomar el relevo. La familia lo es todo para él. La familia es seguridad y protección.
Pero, aunque hizo todo lo que pudo, una de las muchachas se escapó. Intentó detenerla, persiguiéndola lo más rápido que pudo, pero ella tenía otra ayuda: Otro intruso que conducía un camión. El malvado camionero mató a su hermano: lo atropelló como si se tratara de una alimaña. Ciego de furia, Leatherface se abalanzó sobre él, con la motosierra lista para vengar a su familia, pero el camionero fue demasiado rápido. Golpeó a Leatherface y lo hirió con su propia motosierra.
Mientras veía a los intrusos marcharse, la ira, la pena y el dolor se juntaron con la preocupación de qué le pasaría a su familia. Seguro que volverían con la policía y estos se llevarían a sus hermanos y a su abuelo. Y sin ellos, ¿qué sería de él? Sin sus órdenes, se debilitaría y moriría.
Fue conducido hasta un lugar familiar pero desconocido e instintivamente supo lo que tenía que hacer. No podía fracasar como lo había hecho con su familia. Los intrusos vendrían, pero usaría sus habilidades para vencer cualquier amenaza. Había gritos, pero él volvería a silenciar al mundo hasta que el único sonido que quedara fuera el bendito aullido de su motosierra.
Adelante, intrusos.


La Bruja ‘’Lisa Sherwood’’

Lisa Sherwood creció en un pueblo tranquilo. Sus vecinos eran amables, y los mayores ayudaban a resolver sus disputas y a mantener vivas las tradiciones. Lisa sentía predilección por los talismanes que le habían enseñado a dibujar para conseguir protección y buena suerte. Una noche, mientras volvía a casa a través del bosque, estalló una terrible tormenta. Se resbaló en el suelo mojado en medio de la oscuridad y se golpeó la cabeza. Mientras perdía la consciencia, vio varias figuras oscuras acercarse a ella desde la espesura. Pronto se encontraban lo suficientemente cerca para poder adivinar sus malvadas y hambrientas sonrisas.
Se despertó encadenada en la pared de un sótano inundado. En la penumbra podía ver a otros, cuyas heridas abiertas estaban cubiertas de moscas. No tardaron mucho en morir cuando los caníbales empezaron a cortar trozos de sus cuerpos con sus cuchillos oxidados… Pero de alguna forma Lisa consiguió sobrevivir. Hambrienta y mutilada, sus grilletes ya no apretaban tanto sus escuálidos brazos. Empezó a tirar, y el metal desgarró su carne y su piel hasta que consiguió liberarse. Su carne supuraba un pus amarillento, y se podían ver sus huesos a través de las heridas gangrenadas. Se sentía incapaz de seguir adelante. En medio del delirio, recordó su hogar, recordó a los ancianos… Trazó los símbolos que le habían enseñado. Un hambre oscura se despertó en su interior. Ansiaba sangre. Eligió la venganza.


Michael Myers

Algunos humanos no son más que manzanas podridas. Manzanas podridas imbuidas de maldad pura. Michael Myers es uno de ellos. No tenía remordimiento alguno por provocar dolor a los demás. Al contrario, es exactamente lo que pretendía. Pero la vida puede ser dura para quienes tienen la mente abrumada por el terror. La diferencia está en cómo se enfrenta cada uno a esos problemas.
En el caso de Michael, tenía que matar para encontrar algo de paz interior. Cuando le arrebató la vida a su hermana, policía encontró a un niño callado vestido de payaso en la escena del crimen. Cuando alguien se topa con fuego, no le hecha gasolina. Pero fue la decisión de la policía, que no tenía ni idea de cómo afectaría al demonio que habitaba dentro de niño. Las terapias infructuosas y los alaridos nocturnos solo consiguieron hacerlo más introvertido y perturbado. Todo el mundo esperaba que Michael Myers se quedase allí, olvidado y enterrado, un error que se pudriría allí dentro. Pero entonces… se escapó.


El Payaso

Kenneth Chase nació en 1932 tras un parto difícil que le costó  la vida a su madre. Esta tragedia creó una brecha entre el niño y su padre que nunca se cerró. El chico creció junto al resentimiento y a los problemas con el alcohol de su padre. Cuando Kenneth empezó a ir a la escuela, ya apenas hablaban el uno con el otro. A finales de la década de los 40, Kenneth ya había dejado el instituto y trabajaba como mozo de un restaurante local. Ahora se centraba en presas más grandes, como ardillas, mapaches o perros. Se hizo un experto a la hora de calcular la dosis de anestesia necesaria para cada una. Tras mucho deambular, dejó de transitar las rutas convencionales de los Estados Unidos y atravesó un velo de niebla que lo condujo a otra dimensión. Un espacio de transitoriedad e impermanencia que se ajustaba perfectamente a la existencia que él había elegido. Sintiéndose más a gusto de lo que había estado en toda su vida, se asentó y esperó pacientemente a su primer visitante.
« Última modificación: Septiembre 03, 2018, 02:02:50 pm por Nynfa »
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